- Todos los niños y niñas de 4 y 5 años en la escuela
- Los estudiantes completan la educación media.
- Buena calidad de la educación en todo el país.
- Educación de calidad para todos y todas.
- Más y mejor inversión en educación
La educación en Panamá ha tenido importantes avances en las últimas décadas especialmente en el acceso y la cobertura en todos los niveles de enseñanza. Entre los logros más significativos se incluyen la cobertura universal en primaria, la reducción de la deserción escolar, una mayor permanencia de niños y niñas en el sistema, el inicio de la atención y educación en primera infancia, así como mejoras en la paridad entre los géneros en la enseñanza primaria. Se han aumentado los niveles de alfabetización, los años promedio de educación y la cantidad de docentes con educación superior. Con miras a mejorar la calidad del sistema educativo en el nivel superior, se ha iniciado en el país el proceso de evaluación y acreditación de las universidades.
Las comarcas indígenas y las provincias de Darién y Bocas del Toro, que tienen los indicadores más desafiantes, también han tenido avances y se ha logrado una mayor escolaridad de las mujeres. No obstante, persisten grandes disparidades en materia educativa en el país.
De 2000 a 2010 se registran aumentos en las tasas netas de matrícula para todos los niveles de enseñanza. Sin embargo, se evidencia una incapacidad para mantener a los/as alumnos en el sistema educativo, ya que en el primer nivel de enseñanza la matrícula neta es del 96.8% y disminuye en la medida en que se pasa a la siguiente etapa educativa (68.9% en educación media y premedia y 45.7% en la educación superior, en el 2010). En términos generales, esta situación implica que un 52% de los estudiantes de la primaria no se matricula en la universidad, perdiendo una valiosa oportunidad para asegurarse un futuro con mayor bienestar.
El analfabetismo alcanza al 5.5% de la población de 10 años y más de edad (148,747 personas), de los cuales 13,546 son jóvenes entre 15 y 24 años (2.4%), según cifras del Censo del 2010. Darién, Bocas del Toro, Veraguas y las tres comarcas indígenas tienen niveles de analfabetismo superiores al 10% en el mismo año. Aun cuando hubo una mejora significativa en el caso de las comarcas indígenas, el analfabetismo las sigue impactando con mayor fuerza, con promedios del 27.2%, flagelo que afecta más a las mujeres (34.9%), situación que es coincidente con los elevados niveles de pobreza que caracterizan a esas zonas.
Los años de escolaridad promedio en Panamá alcanzaron los 9.2 años lo que implica un avance de 0.8 años adicionales con respecto al año 2000. La provincia de Panamá es la única que presenta un nivel superior a este promedio a la culminación de la escuela primaria y premedia, con 9.29 y 9.76 años de escolaridad, para hombres y mujeres, respectivamente.
Ha mejorado el acceso a las tecnologías de la información, a través de proveer computadoras al alumnado de los últimos años del nivel medio y debido al aumento de las
infoplazas para uso de los jóvenes. No obstante, persisten retos como lograr mayor uso de las computadoras para fines académicos y aumentar la conectividad de los centros educativos. Es crucial disminuir la brecha digital, no solamente con respecto a otros países, sino con el objetivo de reducir las disparidades en el país.
Más computadoras, pero poco acceso a Internet: El incremento en el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación en las escuelas primarias oficiales ha sido importante durante los últimos años, con un aumento del 41.9 al 72.9% de escuelas con
computadoras entre 2007 y 2010. Sin embargo, una de cada 5 escuelas tiene acceso a internet. Si bien hay progresos, se mantiene la brecha digital, en particular entre las provincias y las comarcas del país. Resaltan el caso de las comarcas, donde menos de la mitad de sus escuelas tienen equipos computacionales, existiendo una correlación directa con la falta de acceso a energía eléctrica.
Más computadoras, pero poco acceso a Internet: El incremento en el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación en las escuelas primarias oficiales ha sido importante durante los últimos años, con un aumento del 41.9 al 72.9% de escuelas con
computadoras entre 2007 y 2010. Sin embargo, una de cada 5 escuelas tiene acceso a internet. Si bien hay progresos, se mantiene la brecha digital, en particular entre las provincias y las comarcas del país. Resaltan el caso de las comarcas, donde menos de la mitad de sus escuelas tienen equipos computacionales, existiendo una correlación directa con la falta de acceso a energía eléctrica.
Numerosos estudios señalan que las condiciones de infraestructura y equipamiento escolar son factores indispensables a fin de potenciar las condiciones adecuadas de aprendizaje para los estudiantes. El equipamiento educativo, como bibliotecas y computadoras en los escuelas, son especialmente importantes para aquellos niños y niñas
de niveles socioeconómicos desafiantes, en cuyos hogares generalmente hay escasez de recursos educativos.
Es preocupante observar los resultados decepcionantes obtenidos en las diversas pruebas encaminadas a medir la calidad de la educación en las que participan estudiantes panameños (SERCE y PISA), así como en las pruebas de logro locales y en los resultados académicos de los estudiantes, lo cual apunta a la urgente necesidad de lograr una mejora del sistema educativo.
Educación panameña entre las peores evaluadas de América Latina: El Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE) evalúa y compara el desempeño alcanzado
por estudiantes latinoamericanos de educación primaria en las áreas de lenguaje (lectura y escritura), matemáticas y ciencias de la naturaleza. El estudio trata de explicar los resultados considerando distintos factores escolares y de contexto (incluyendo información sobre los estudiantes y sus familias, los docentes, losdirectores y las escuelas). El SERCE tiene como propósito generar conocimiento acerca de los rendimientos de los estudiantes de tercero y sexto grados de la educación primaria. El informe de 2008 estudia 16 países y un total de 100,752 estudiantes de tercer grado y 95,288 de sexto grado.El aprendizaje en matemáticas para los estudiantes del 3er grado se mide en función de cuatro niveles que van del I al IV, dependiendo del mayor grado de complejidad de la
prueba. Panamá, conjuntamente con Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana, se encuentra entre los países cuyas puntuaciones son inferiores al promedio de los participantes del SERCE.
Se destaca que un 16% de los estudiantes panameños de tercer grado tiene un desempeño en matemáticas por debajo del nivel I, lo que significa que no pudieron realizar las tareas más elementales de la prueba. El 50% de los estudiantes panameños se situó en el nivel I y solamente alrededor del 3% alcanzó el mayor nivel (IV). De esta forma, Panamá se ubica por debajo de los promedios de América Latina, con un 10% por debajo del nivel I y un 3% de los estudiantes en el nivel IV, situación que amerita una urgente y adecuada atención pedagógica, según el Informe SERCE. Con respecto al desempeño en matemáticas de los estudiantes de 6to grado, Panamá se clasifica entre los países latinoamericanos con los promedios más bajos, pues los estudiantes no alcanzaron siquiera el primer nivel. Igual situación ocurre en las pruebas de lectura para el 3r grado, en el que el país se ubica con calificaciones similares a Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana. Panamá tiene un 11% de sus estudiantes que están por debajo del Nivel I de desempeño en lectura, lo que implica que no logran localizar en un texto corto, información con un solo significado.
Educación panameña entre las peores evaluadas de América Latina: El Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE) evalúa y compara el desempeño alcanzado
por estudiantes latinoamericanos de educación primaria en las áreas de lenguaje (lectura y escritura), matemáticas y ciencias de la naturaleza. El estudio trata de explicar los resultados considerando distintos factores escolares y de contexto (incluyendo información sobre los estudiantes y sus familias, los docentes, losdirectores y las escuelas). El SERCE tiene como propósito generar conocimiento acerca de los rendimientos de los estudiantes de tercero y sexto grados de la educación primaria. El informe de 2008 estudia 16 países y un total de 100,752 estudiantes de tercer grado y 95,288 de sexto grado.El aprendizaje en matemáticas para los estudiantes del 3er grado se mide en función de cuatro niveles que van del I al IV, dependiendo del mayor grado de complejidad de la
prueba. Panamá, conjuntamente con Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana, se encuentra entre los países cuyas puntuaciones son inferiores al promedio de los participantes del SERCE.
Se destaca que un 16% de los estudiantes panameños de tercer grado tiene un desempeño en matemáticas por debajo del nivel I, lo que significa que no pudieron realizar las tareas más elementales de la prueba. El 50% de los estudiantes panameños se situó en el nivel I y solamente alrededor del 3% alcanzó el mayor nivel (IV). De esta forma, Panamá se ubica por debajo de los promedios de América Latina, con un 10% por debajo del nivel I y un 3% de los estudiantes en el nivel IV, situación que amerita una urgente y adecuada atención pedagógica, según el Informe SERCE. Con respecto al desempeño en matemáticas de los estudiantes de 6to grado, Panamá se clasifica entre los países latinoamericanos con los promedios más bajos, pues los estudiantes no alcanzaron siquiera el primer nivel. Igual situación ocurre en las pruebas de lectura para el 3r grado, en el que el país se ubica con calificaciones similares a Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana. Panamá tiene un 11% de sus estudiantes que están por debajo del Nivel I de desempeño en lectura, lo que implica que no logran localizar en un texto corto, información con un solo significado.
La tasa de deserción en premedia y media se mantiene en 12% en promedio entre los años 2007 a 2010, alcanzando mayores niveles para los hombres que para las mujeres. Darién con 20%, las Comarcas Ngäbe Buglé con 19.6% y Guna Yala con 19.5%, sonlas áreas con mayores índices de deserción escolar, lo cual incide en los niveles de egresos de la educación media y premedia de los/as jóvenes, intensificándose el déficit de las competencias de este importante segmento de la población del país y reduciéndose las probabilidades de inserción laboral de calidad para la juventud. Las condiciones socioeconómicas, la actitud de la familia y de los propios estudiantes y asumir compromisos laborales para afrontar embarazos en la juventud, se encuentran entre los principales factores para desertar de la escuela en esta etapa.
Más de un 25% de los estudiantes no ingresa a la premedia y media: La tasa bruta de matrícula en escuelas de premedia y media es de 72.1%, siendo más alta para los varones (74.5%) que para las niñas (69.8%) en 2010. Esta situación es aún más grave en las áreas indígenas . Aunque existe un leve aumento en la matrícula bruta entre 2008 y 2010, es alarmante que en estos tiempos más de una cuarta parte de la niñez no ingrese a la escuela premedia y media.De acuerdo con publicación reciente del MEDUCA, la cobertura de educación media pasó de un 42.8% en 2011 aun 62.3% en 2012 lo que representa un aumento porcentual de un 19.7%, mientras que en el caso de la educación media, hay una leve mejoría (de un 64.8% a un 69.2%.).
Según la CEPAL, es crucial que la persona culmine la escuela secundaria no solamente en aras de adquirir las competencias básicas para insertarse en un mundo globalizado y democrático en condiciones ventajosas y con capacidad para aprender por el resto de su vida, sino porque “ es determinante para acceder a niveles mínimos de bienestar que le permitan romper los mecanismos de reproducción de la desigualdad que, de lo contrario,
afectarán a sus hijos”
Más de un 25% de los estudiantes no ingresa a la premedia y media: La tasa bruta de matrícula en escuelas de premedia y media es de 72.1%, siendo más alta para los varones (74.5%) que para las niñas (69.8%) en 2010. Esta situación es aún más grave en las áreas indígenas . Aunque existe un leve aumento en la matrícula bruta entre 2008 y 2010, es alarmante que en estos tiempos más de una cuarta parte de la niñez no ingrese a la escuela premedia y media.De acuerdo con publicación reciente del MEDUCA, la cobertura de educación media pasó de un 42.8% en 2011 aun 62.3% en 2012 lo que representa un aumento porcentual de un 19.7%, mientras que en el caso de la educación media, hay una leve mejoría (de un 64.8% a un 69.2%.).
Según la CEPAL, es crucial que la persona culmine la escuela secundaria no solamente en aras de adquirir las competencias básicas para insertarse en un mundo globalizado y democrático en condiciones ventajosas y con capacidad para aprender por el resto de su vida, sino porque “ es determinante para acceder a niveles mínimos de bienestar que le permitan romper los mecanismos de reproducción de la desigualdad que, de lo contrario,
afectarán a sus hijos”
Deficiente formación de los/as jóvenes: La evaluación de las aptitudes llevada a cabo a través del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), prueba que se aplica cada tres años a estudiantes de 15 años, revela importantes déficits en la calidad de la educación panameña. Panamá participó en esta evaluación en 2009. En la prueba PISA de 2009 participaron 470,000 alumnos de 65 países, de los cuales 34 Estados son miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Se evaluaron las competencias de lectura, matemáticas y ciencias naturales. Panamá estuvo entre los cuatro países con desempeños más bajos en las cuatro áreas evaluadas.
Señala, además, el estudio, que los países de mayor ingreso tendieron a desempeñarse mejor que los países de menor ingreso. No obstante, los países latinoamericanos tuvieron un decepcionante desempeño, incluso comparándolos con países con ingresos percápita similares.
El informe PISA resalta, igualmente, que los países que invirtieron más en educación, presentaron un mejor desempeño que los que invirtieron menos y que los países latinoamericanos tuvieron una ejecución baja, aun considerando sus niveles de inversión.
La eficiencia y efectividad del gasto público en educación han sido cuestionadas en Panamá 43, ya que la magnitud de lo invertido no ha tenido un impacto significativo en la
población.
La mayor proporción del gasto público en educación corresponde al rubro de funcionamiento, y menores recursos son asignados al rubro inversión. A pesar de que Panamá no participó en 2012 en la Prueba PISA, se ha comprometido para así hacerlo en 2015. La participación en pruebas internacionales, así como la aplicación de pruebas periódicas nacionales a través del Sistema Nacional de Evaluación de la Calidad de los
Aprendizajes (SINECA) es esencial para medir el desempeño del sistema educativo y utilizar los resultados para establecer políticas educativas que consideren los desafíos de los estudiantes panameños en áreas del saber como la matemática, el español y las ciencias.
El promedio anual de alumnos matriculados en las universidades es de 135,319 en los últimos 4 años, mientras que el promedio de los que se gradúan es de 21,193 estudiantes.
Una relación simple de estos dos indicadores, refleja que de los que ingresan, sólo 15 de
cada cien obtiene un título universitario.
Casi un tercio de los que culminaron la universidad en 2010 son estudiantes de ciencias de la educación y formación de personal docente, situación que es similar a la del 2007. En los últimos años, ha aumentado la demanda por la licenciatura en educación superior, ya que es un requisito para dictar clases a nivel terciario, según el sistema de acreditación aprobado en 2007.
La enseñanza comercial y de administración con 23% del total de graduados y medicina con 7%, son las carreras con mayor cantidad de graduados en universidades públicas y privadas, similar a lo ocurrido en 2007.
Debilidades de la formación en el nivel superior: A pesar de los avances, se reconocen debilidades que deberán ser superadas en el corto plazo para que los centros de estudios superiores efectivamente contribuyan a la formación del capital humano del país. Algunas son:
Poca pertinencia de la educación superior: Si bien el país ha experimentado un crecimiento
económico importante durante el último quinquenio, al sector privado se le dificulta ubicar personas capacitadas para sus contrataciones, en un mercado laboral con cerca de 40% del empleo generado en el país, proveniente del sector informal.
Esta situación resulta inconsistente con el aumento en la tasa de matrícula en las universidades. La percepción generalizada es que las oportunidades de empleo están siendo aprovechadas por extranjeros en ausencia de una adecuada preparación del capital humano panameño.
Escasa cultura de investigación y desarrollo: La poca participación de la universidad en los debates y en los temas de interés nacional así como la escasez de investigaciones relevantes en las distintas disciplinas, es un reflejo de la escasa cultura de investigación y
desarrollo en el país. Como consecuencia de la eliminación de la presentación de un trabajo de graduación como pre requisito para acceder a un título universitario, en la mayoría de las universidades públicas y privadas, se han disminuido las posibilidades de
especializar al estudiantado en la investigación científica y en las metodologías para tales fines. “Las universidades son instituciones fundamentales y un escenario esencial para la gestión del conocimiento como fuente de desarrollo propia de las sociedades contemporáneas. Las universidades deben estar abiertas a conocer las problemáticas y desafíos que aparecen en el sector privado y deben estar en condiciones de generar
núcleos o comunidades investigativas suficientemente fértiles para facilitar el tratamiento de los asuntos planteados desde distintas dimensiones sociales”, según la CEPAL.
En el período 2001-2010, el gasto público en educación como porcentaje del PIB, disminuyó sistemáticamente, pasando del 4.3% al 2.5%. Si bien el gasto público en
educación aumentó en términos absolutos a B/.797,006 millones en 2010, proporcionalmente, disminuyó con respecto al PIB y al gasto público total. Contrasta esta
situación con el promedio de América Latina y el Caribe, que destinaron alrededor del 4.7% del PIB para la educación en 2008, según informe de la UNESCO y PRELAC 1; porcentaje que en Panamá alcanzaba el 3% en el mismo año. Se destaca que en 2000, el gasto en educación en el país representó el 5.0% del total del PIB.
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